Las secuencias irán en aumento lo mismo el vuelo provocado por las inspiradoras fragancias. Tal vez algo de la humedad del sauna o la perfecta oscuridad.
Porotos negros comentados como rústicos llevaron pimientos morrones y cebollas sofritas en ajo y comino molido, tamarindo, curry y orégano, sal de mar y unos toques de vino tinto, que serví con Quinoa, o con Pasta de Cáñamo y Quinoa. Una Omelette al Tamarindo con salsa de tomates, ensalada de repollo a lá ”pizza sallad”, ensalada de Tomates con orégano y agua fresca con lonjas de manzanas.
Luego el sauna maravillo a 100 grados y el lago como refresco del alma para comenzar los merecidos días de descanso antes de la próxima jornada.
©HGJ12©Kafé Kulté
